cuando me siento a recordar,
en unas viejas bancas en la plaza central,
el pensamiento de amargura me llena la mente
de pensamientos obsenos e irreales que,
desde lo mas recondito de mi ser deseo acontecer
si de por mi fuese, mi garganta herviria y con un nudo en ella
lanzar acido sobre la corrupcion que nos trae el gobierno
y como una furiosa tempestad destrozaria los cimientos de una siniestra organizacion
que desde los comienzos del hombre, atemorizaron a la sociedad
la torturaron y la asesinaron a sangre fria y sin remordimiento.
la colera que me provocaria seria tanta que mi cuerpo sangraria y en gritos de dolor
me derrumbaria ane los ojos de todos, para hacer las desviadas almas de nuestros poblados
se conviertan y mueran por el bien de nuestra naturaleza.